Una boda que trajo una vieja amistad

No se puede negar que esta es una de las bodas más especiales que hemos hecho por la historia que tiene detrás. Hace tiempo mis padres alquilaban un pequeño apartamento en una pequeña urbanización en La Manga. Allí disfrutaba de los típicos veranos con los amigos de playa. Los dueños dejaron de alquilar el piso y en los tiempos en los que no había Facebook ni WhatsApp mantener el contacto no era tan fácil.

Al acudir a una reunión con una pareja que nos había contactado a través de internet, la sorpresa al vernos fue mayúscula. Años sin ver a Javi y nos encontramos tras llegar a nosotros después de una minuciosa búsqueda de fotógrafo. Además de el reencuentro, conocimos a Silvia. La reunión fue maravillosa y la fotografía no fue el tema principal.

Después de aquello el resto ha sido historia. La verdad es que aquella boda fue como una vuelta a casa con caras conocidas y amistades que hacía años que no veía. La verdad es que para mi ser fotógrafo de bodas es una de las mejores decisiones que he tomado. Me encanta como trabajo, conozco gente genial y me ha permitido reencontrar personas especiales. Si de normal disfruto fotografiando, en esta no puedo expresar lo especial que fue.

Auditorio el Batel al Atardecer

Independientemente de lo especial que fue para nosotros, no se puede negar que fue una gran boda. Llena de familiares y amigos cercanos. La celebración fue en la terraza de el Batel, en el puerto de Cartagena. Cerrad los ojos e imaginad por un momento la luz del atardecer iluminando el mar a través de los mástiles de las pequeñas embarcaciones del puerto ¿ no suena mal verdad? Ahora abrid los ojos y comprobad lo bonito que fue en las fotos que os dejo a continuación. Ah, y si queréis que se os pongan los pelos de punta, no os perdáis el vídeo que nuestros compañeros de Kinestesia Visual les hicieron. Lo tenéis aquí

Deja una respuesta