La confianza entre el fotógrafo de boda y la pareja

Con Miguel y Jéssica uno puede estar tranquilo como fotógrafo, es de esas parejas que durante la boda lo dan todo delante de la cámara, pero es que su familia no se queda atrás. Ya desde el día en que hicimos la preboda, la conexión con ellos fue estupenda, algo que consideramos muy importante en las relaciones pareja-fotógrafo.

En el proceso de selección de fotógrafo, unos de los grandes pasos es quedar en persona con los profesionales. De esta manera se puede comprobar uno de los pilares que ayudan a que una boda sea redonda y que casi nadie comenta: el feeling con los proveedores.
A veces esa conexión puede tardar un poco en llegar por que la pareja está nerviosa al llegar a la reunión. Pero en otros momentos es inmediato. Y esta es la conexión que nos ayuda a todos. A nosotros para pasar desapercibidos. A las parejas a estar tranquilos. Y sólo tenéis que mirar cualquiera de nuestros reportajes para comprobar el resultado. Parejas que lo pasan genial el día de su boda con sus amigos y familiares.

Cuando llega el momento de entregar las fotos todo son buenas sorpresas. La felicidad y la emoción del momento vuelve a estar presente, incluso con momentos que habían olvidados. Esta es la magia de la fotografía de bodas. Poder regalaros revivir esos momentos únicos, captados por nuestras cámaras para que no los perdáis jamás. Por eso es importante escoger profesionales de confianza. Fotógrafos que puedan demostrar su trabajo y que sepan transmitir lo mucho que les importa.

Y en cuanto a la boda que os enseñamos aquí qué contar que no se vea en la imágenes. Gente disfrutando, pasándolo bien. Mucho amor y felicidad. Por que así son Miguel y Jéssica. Y en un marco incomparable como lo es el restaurante Larache.

Disfrutad de las fotos de esta boda igual que nosotros disfrutamos capturándola. Y si cuando terminéis tenéis ganas de más, no os perdáis el vídeo que les hicieron nuestros compañeros de Kinestesia Visual pinchando aquí

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